Francisco Rivas
Agencia Reforma
CANCÚN, Quintana Roo, 11-Nov .- Con imitaciones de sonidos de animales, gestos de ferocidad y cambios en el ritmo de voz, el cantante Carlos Rivera mantuvo pegados a sus asientos a los 20 niños serranos de Puebla que disfrutaron de su narración de cuentos.
Sentados alrededor del ganador de La Academia, en el Rainforest Cafe de Cancún, los pequeños se emocionaron al escuchar el primer cuento.
"Pongan mucha atención, para que sepan de qué trata el cuento", pidió Carlos, y de inmediato comenzó el relato.
Primero les leyó "El León que se Vio en el Agua", y sólo unos minutos después, "El Hombre y el Zorro", ambos, del autor Idries Shah.
Rivera atendió así la invitación de convivir con los niños de comunidades indígenas y de escasos recursos de la Sierra Norte de Puebla, que fueron trasladados por la Fundación CIE, gracias a su aprovechamiento escolar.
El cantante expuso que mientras los infantes disfrutaban de los cuentos, él, como persona, se sentía más fortalecido por compartir con ellos algo de su tiempo.
"Me encanta ver cómo empiezan a participar, cómo les llaman la atención las historias, y aquí se da uno cuenta de que Fundación CIE sabe elegir sabiamente estos cuentos, para que los niños no sólo pasen un buen rato, sino que aprendan y tengan oportunidad de realizar una reflexión.
"También se despierta su interés de leer, de saber más acerca de los cuentos, es increíble, la verdad, estar con los niños", comentó.
Convivir con pequeños que necesitan un impulso para salir adelante ante la situación económica que viven, dijo, es una de las mejores gratificaciones que ha tenido.
"Me quedo con su alegría, con sus aplausos, porque para mí, como artista, ese es el mejor alimento que nos pueden dar", reconoció.
"Lo que aprenden con estos cuentos les ayudará a pensar para que salgan adelante y sepan que todo se puede si son entusiastas, estudian mucho y trabajan".